miércoles, 23 de mayo de 2018

SINDROME DE PICA

La Pica es un tipo de fagia, es decir, es un trastorno de la ingestión y de la conducta alimentaria. Conocido como una variante de un tipo de trastorno alimentario en el que existe un deseo irresistible de comer o lamer sustancias no nutritivas y poco usuales, como tierra, tiza, yeso, virutas de la pintura, bicarbonato de sosa, almidón, pegamento, moho, cenizas de cigarrillo, insectos, papel o cualquier otra cosa que no tiene, en apariencia, ningún valor alimenticio. La pica, hecho de llevarse a la boca y chupar sustancias incomestibles, se considera anómalo a partir de los 18-24 meses de edad.

La geofagia (comer tierra), sancionada culturalmente, está descrita y extendida por todo el mundo, sobre todo entre mujeres embarazadas, niños y adolescentes. No debe considerarse trastorno, aunque a veces produzca enfermedad. La geofagia es una conducta adaptada y beneficiosa que reduce la toxicidad, la diarrea y protege el aparato digestivo, que compensaría los potenciales perjuicios para la salud y justificaría la persistencia de esta práctica cultural a lo largo del tiempo.

Este tema, podría ser un factor importante en la desnutrición. También se ha tratado la reinfestación por parásitos intestinales en mujeres embarazadas, debido a la ingestión de tierra infestada. Por lo tanto la geofagia presenta dos caras contradictorias, la beneficiosa y la perjudicial para la salud.

La pica no conlleva ausencia o rechazo de los alimentos. Existen fotografías donde seres humanos mastican sustancias incomestibles, durante grandes hambrunas africanas y hábitos alimenticios desarrollados por el hombre durante aislamientos prolongados, en campos de concentración, guerras, etc. Indican hambre y desesperación, acompañados en ocasiones de trastornos mentales. Consumir cuchillas de afeitar para suicidarse o salir de prisión no se considera trastorno alimentario.

La pica afecta sobre todo a niños normales y desnutridos, mujeres embarazadas, personas con discapacidad mental, niños autistas, personas que padecen trastornos del desarrollo, enfermos mentales y otros grupos. También puede aparecer por antecedentes familiares del desorden o por disturbios psicológicos originados en una infancia en un hogar muy pobre y con una carencia grande de afecto y en contadas ocasiones en personas bulímicas y anoréxicas. Los niños y niñas que presentan este tipo de trastorno están comprendidos entre 1 y 6 años de edad con unos porcentajes del 10% al 32%.

Esta enfermedad también es muy común en mujeres embarazadas y se caracteriza por la aparición de antojos que consisten en la ingestión compulsiva de cosas no comestibles como el polvo, la tiza el yeso, que ingieren para suplir las carencias de calcio durante su embarazo. Los síntomas aparecen normalmente en el primer y segundo trimestre del embarazo y suelen durar normalmente hasta un mes. Estos trastornos acaban por desaparecer después de haber dado a luz, pero ha habido casos en los que los trastornos ocasionados por la pica han continuado hasta después del comienzo del parto y el alumbramiento.

A pesar de ser algo normal ya que se presenta en muchas mujeres embarazadas los trastornos de la pica pueden causar serios problemas en la mujer embarazada y su bebé. La pica puede causar efectos en el bebe ya que el hecho de ingerir sustancias no comestibles durante el embarazo puede evitar que el organismo absorba los minerales y nutrientes necesarios que este necesita para su correcto desarrollo. Tras la carencia de estos minerales y nutrientes el bebe no obtiene una alimentación adecuada y provocaría complicaciones en el parto, como por ejemplo, que el niño nazca con un peso inferior al normal, o incluso que el niño naciese muerto.

Dependiendo del tipo de alimento o sustancia ingerida, este recibe un nombre especifico, los más comunes son, geofagia: el que come tierra, pagofagia: el que come hielo y amilofagia: el que come harina. Según la condición psicológica-psiquiátrica de la persona varia la severidad del cuadro y es más extraño el objeto del apetito; así, en gestantes con anemia ferropénica suele ser frecuente la geofagia o la pagofagia, mientras que en pacientes psiquiátricos o con IQ bajos no son infrecuentes la ingesta de heces denominada coprofagia, o plásticos y hojas denominada foliofagia. A veces se dan casos muy extraños como comer betún para zapatos como comida diaria. Algunos de los términos utilizados:
  • Acufagia (ingestión de objetos agudos).
  • Amilofagia (ingestión de almidón).
  • Coniofagia (ingestión de polvo de persianas venecianas).
  • Coprofagia (ingestión de excrementos).
  • Geomelofagia (ingestión anormal de papas crudas).
  • Geofagia (ingestión de tierra).
  • Gooberfagia (ingestión exagerada de cacahuetes).
  • Litofagia (ingestión de piedras).
  • Mucofagia (ingestión de moco).
  • Hemofagia (ingestión de sangre).
  • Pagofagia (ingestión exagerada de hielo).
  • Tricofagia (ingestión de cabello o lana).

El trastorno de pica ha sido estudiado por pediatras, ginecólogos, dermatólogos, psiquiatras, psicólogos, nutricionistas, antropólogos, etc., por lo que se ha interpretado como un trastorno de conducta, alimentario, enfermedad mental, pobreza, hambre, pero realmente la causa de la pica es desconocida. Los factores implicados en el origen y mantenimiento de la pica son hambre, náusea, vómito, molestias digestivas, aumento de la producción de saliva, alteraciones del gusto y olfato. Los factores de riesgo más importantes a tener en cuenta son la pobreza, el abandono y la falta de supervisión de los padres, en niños y discapacitados.

Estudios epidemiológicos y clínicos relacionan la pica con falta de hierro y cinc fundamentalmente, además de la necesidad de algunos nutrientes deficitarios. La pica al igual que la falta del hierro, se han descrito en embarazadas, niños, personas con pérdidas sanguíneas digestivas, etc. Según los estudios realizados por Danford hasta un 45% de los discapacitados intelectuales con pica tenían bajo algún marcador sanguíneo de la anemia o del hierro (ferritina, hemoglobina, etc.), siendo los que consumían tierra, heces, papel, etc., quienes más déficit presentaban.

Aun pareciendo que la pica se resuelve corrigiendo la falta de hierro en el organismo, queda por investigar y explicar el motivo por el cual se produce este mecanismo. Se calcula que en el mundo puede haber 2.000 millones de personas anémicas. Mujeres y niños (la mitad) por falta de hierro.

Otro micronutriente que se ha relacionado con la pica es el cinc. Después de su administración en jóvenes consumidores de tierra, se ha notado una mejoría o desaparición, al igual que en muestras de niños chinos e indios durante casos clínicos en los que también han disminuido los episodios de pica. Danford observa que el 53% de los discapacitados con pica tienen carencia de cinc al compararlo con un grupo emparejado por edad, nivel intelectual y años de institucionalización, igualando la dieta de ambos grupos y cumpliendo las recomendaciones de la FDA. Swift encuentra que la carencia de cinc, independientemente de otros factores, multiplica por 6,25 las posibilidades de padecer pica, siendo este, el factor más importante, por encima de la discapacidad intelectual y el déficit de hierro.

La inmunidad, crecimiento, reproducción, vista, gusto y olfato, anorexia, déficit de atención e hiperactividad, etc., son funciones y trastornos relacionados con el cinc Se reconoce su participación en complejos enzimáticos y en el metabolismo de neurotransmisores, ácidos grasos, melatonina, etc. En experiencias con ratas la carencia de cinc produce reducción de la ingesta conformando ciclos de 3-5 días entre comidas y una elevación del neuropéptido Y en los núcleos hipotalámicos en un posible intento de normalizar dicha ingesta. En cualquier caso, si el cinc es un factor etiopatogénico en el desarrollo de la pica se desconoce su mecanismo de acción, al igual que en el caso del hierro.

Desde el punto de vista psicológico la pica se ha interpretado como un retraso madurativo en el que persistiría la conducta de llevarse cosas a la boca. También como una variante en personas incapaces de discriminar lo comestible de lo que no lo es. La evidencia sugiere que, en la mayoría de los casos, las personas con pica discriminan y buscan expresamente lo que ingieren. La explicación psicológica más aceptada es que la pica es una conducta aprendida, reforzada ambientalmente, con la finalidad de conseguir atención, evitar situaciones desagradables, conseguir cosas concretas o autoestimularse.

Este último caso parece el más frecuente. El aprendizaje de este trastorno también puede ser por imitación de otros individuos o incluso de mascotas. La explicación psiquiátrica se ha descrito como una respuesta frente al estrés, asociada a trastornos como la esquizofrenia, autismo, y al trastorno obsesivo-compulsivo. La pica relacionada con el tabaco puede interpretarse como una conducta adictiva.