La Pica es un tipo de fagia, es decir, es un trastorno de la ingestión y de la
conducta alimentaria. Conocido como una variante de un tipo de trastorno
alimentario en el que existe un deseo irresistible de comer o lamer sustancias
no nutritivas y poco usuales, como tierra, tiza, yeso, virutas de la pintura,
bicarbonato de sosa, almidón, pegamento, moho, cenizas de cigarrillo, insectos,
papel o cualquier otra cosa que no tiene, en apariencia, ningún valor
alimenticio. La pica, hecho de llevarse a la boca y chupar sustancias
incomestibles, se considera anómalo a partir de los 18-24 meses de edad.
La geofagia
(comer tierra), sancionada culturalmente, está descrita y extendida por todo el
mundo, sobre todo entre mujeres embarazadas, niños y adolescentes. No debe
considerarse trastorno, aunque a veces produzca enfermedad. La geofagia es una
conducta adaptada y beneficiosa que reduce la toxicidad, la diarrea y protege
el aparato digestivo, que compensaría los potenciales perjuicios para la salud
y justificaría la persistencia de esta práctica cultural a lo largo del tiempo.
Este tema,
podría ser un factor importante en la desnutrición. También se ha tratado la
reinfestación por parásitos intestinales en mujeres embarazadas, debido a la
ingestión de tierra infestada. Por lo tanto la geofagia presenta dos caras
contradictorias, la beneficiosa y la perjudicial para la salud.
La pica no
conlleva ausencia o rechazo de los alimentos. Existen fotografías donde seres
humanos mastican sustancias incomestibles, durante grandes hambrunas africanas
y hábitos alimenticios desarrollados por el hombre durante aislamientos
prolongados, en campos de concentración, guerras, etc. Indican hambre y
desesperación, acompañados en ocasiones de trastornos mentales. Consumir
cuchillas de afeitar para suicidarse o salir de prisión no se considera
trastorno alimentario.
La pica afecta
sobre todo a niños normales y desnutridos, mujeres embarazadas, personas con
discapacidad mental, niños autistas, personas que padecen trastornos del
desarrollo, enfermos mentales y otros grupos. También puede aparecer por
antecedentes familiares del desorden o por disturbios psicológicos originados
en una infancia en un hogar muy pobre y con una carencia grande de afecto y en
contadas ocasiones en personas bulímicas y anoréxicas. Los niños y niñas que
presentan este tipo de trastorno están comprendidos entre 1 y 6 años de edad
con unos porcentajes del 10% al 32%.
Esta enfermedad
también es muy común en mujeres embarazadas y se caracteriza por la aparición
de antojos que consisten en la ingestión compulsiva de cosas no comestibles
como el polvo, la tiza el yeso, que ingieren para suplir las carencias de
calcio durante su embarazo. Los síntomas aparecen normalmente en el primer y
segundo trimestre del embarazo y suelen durar normalmente hasta un mes. Estos
trastornos acaban por desaparecer después de haber dado a luz, pero ha habido
casos en los que los trastornos ocasionados por la pica han continuado hasta
después del comienzo del parto y el alumbramiento.
A pesar de ser
algo normal ya que se presenta en muchas mujeres embarazadas los trastornos de
la pica pueden causar serios problemas en la mujer embarazada y su bebé. La
pica puede causar efectos en el bebe ya que el hecho de ingerir sustancias no
comestibles durante el embarazo puede evitar que el organismo absorba los
minerales y nutrientes necesarios que este necesita para su correcto
desarrollo. Tras la carencia de estos minerales y nutrientes el bebe no obtiene
una alimentación adecuada y provocaría complicaciones en el parto, como por
ejemplo, que el niño nazca con un peso inferior al normal, o incluso que el
niño naciese muerto.
Dependiendo del
tipo de alimento o sustancia ingerida, este recibe un nombre especifico, los
más comunes son, geofagia: el que come tierra, pagofagia: el que come hielo y
amilofagia: el que come harina. Según la condición psicológica-psiquiátrica de
la persona varia la severidad del cuadro y es más extraño el objeto del
apetito; así, en gestantes con anemia ferropénica suele ser frecuente la
geofagia o la pagofagia, mientras que en pacientes psiquiátricos o con IQ bajos
no son infrecuentes la ingesta de heces denominada coprofagia, o plásticos y
hojas denominada foliofagia. A veces se dan casos muy extraños como comer betún
para zapatos como comida diaria. Algunos de los términos utilizados:
- Acufagia (ingestión de objetos agudos).
- Amilofagia (ingestión de almidón).
- Coniofagia (ingestión de polvo de persianas venecianas).
- Coprofagia (ingestión de excrementos).
- Geomelofagia (ingestión anormal de papas crudas).
- Geofagia (ingestión de tierra).
- Gooberfagia (ingestión exagerada de cacahuetes).
- Litofagia (ingestión de piedras).
- Mucofagia (ingestión de moco).
- Hemofagia (ingestión de sangre).
- Pagofagia (ingestión exagerada de hielo).
- Tricofagia (ingestión de cabello o lana).
El trastorno de
pica ha sido estudiado por pediatras, ginecólogos, dermatólogos, psiquiatras,
psicólogos, nutricionistas, antropólogos, etc., por lo que se ha interpretado
como un trastorno de conducta, alimentario, enfermedad mental, pobreza, hambre,
pero realmente la causa de la pica es desconocida. Los factores implicados en
el origen y mantenimiento de la pica son hambre, náusea, vómito, molestias
digestivas, aumento de la producción de saliva, alteraciones del gusto y
olfato. Los factores de riesgo más importantes a tener en cuenta son la
pobreza, el abandono y la falta de supervisión de los padres, en niños y
discapacitados.
Estudios
epidemiológicos y clínicos relacionan la pica con falta de hierro y cinc
fundamentalmente, además de la necesidad de algunos nutrientes deficitarios. La
pica al igual que la falta del hierro, se han descrito en embarazadas, niños,
personas con pérdidas sanguíneas digestivas, etc. Según los estudios realizados
por Danford hasta un 45% de los discapacitados intelectuales con pica tenían
bajo algún marcador sanguíneo de la anemia o del hierro (ferritina,
hemoglobina, etc.), siendo los que consumían tierra, heces, papel, etc.,
quienes más déficit presentaban.
Aun pareciendo
que la pica se resuelve corrigiendo la falta de hierro en el organismo, queda
por investigar y explicar el motivo por el cual se produce este mecanismo. Se
calcula que en el mundo puede haber 2.000 millones de personas anémicas.
Mujeres y niños (la mitad) por falta de hierro.
Otro
micronutriente que se ha relacionado con la pica es el cinc. Después de su
administración en jóvenes consumidores de tierra, se ha notado una mejoría o desaparición,
al igual que en muestras de niños chinos e indios durante casos clínicos en los
que también han disminuido los episodios de pica. Danford observa que el 53% de
los discapacitados con pica tienen carencia de cinc al compararlo con un grupo
emparejado por edad, nivel intelectual y años de institucionalización,
igualando la dieta de ambos grupos y cumpliendo las recomendaciones de la FDA.
Swift encuentra que la carencia de cinc, independientemente de otros factores,
multiplica por 6,25 las posibilidades de padecer pica, siendo este, el factor
más importante, por encima de la discapacidad intelectual y el déficit de
hierro.
La inmunidad,
crecimiento, reproducción, vista, gusto y olfato, anorexia, déficit de atención
e hiperactividad, etc., son funciones y trastornos relacionados con el cinc Se
reconoce su participación en complejos enzimáticos y en el metabolismo de
neurotransmisores, ácidos grasos, melatonina, etc. En experiencias con ratas la
carencia de cinc produce reducción de la ingesta conformando ciclos de 3-5 días
entre comidas y una elevación del neuropéptido Y en los núcleos hipotalámicos
en un posible intento de normalizar dicha ingesta. En cualquier caso, si el
cinc es un factor etiopatogénico en el desarrollo de la pica se desconoce su mecanismo
de acción, al igual que en el caso del hierro.
Desde el punto
de vista psicológico la pica se ha interpretado como un retraso madurativo en
el que persistiría la conducta de llevarse cosas a la boca. También como una
variante en personas incapaces de discriminar lo comestible de lo que no lo es.
La evidencia sugiere que, en la mayoría de los casos, las personas con pica
discriminan y buscan expresamente lo que ingieren. La explicación psicológica
más aceptada es que la pica es una conducta aprendida, reforzada
ambientalmente, con la finalidad de conseguir atención, evitar situaciones
desagradables, conseguir cosas concretas o autoestimularse.
Este último caso
parece el más frecuente. El aprendizaje de este trastorno también puede ser por
imitación de otros individuos o incluso de mascotas. La explicación
psiquiátrica se ha descrito como una respuesta frente al estrés, asociada a
trastornos como la esquizofrenia, autismo, y al trastorno obsesivo-compulsivo.
La pica relacionada con el tabaco puede interpretarse como una conducta
adictiva.