El ajedrez es un juego mental de características
particulares. El pensamiento activo, durante el desarrollo de una partida, es
el componente crucial de la actividad del ajedrecista. Pero, ¿cuál es la fuente
de este pensamiento?: el cerebro o la mente. El problema de la interrelación
cerebro-mente, si bien no aclarado aún, parece encontrar en la evolución de la
especie una explicación monista en la llamada: "Hipótesis Psiconeural Emergentista".
Aceptado entonces, provisoriamente, que cerebro y mente no son entidades
separadas.
Entonces se plantea el problema de ¿Cómo procesa el cerebro la
actividad mental? Activándose en su totalidad para cada función
(holismo), o distintas partes del cerebro generan diferentes funciones
(localizacionismo o hipótesis de la modularidad). La hipótesis de los módulos
de funcionamiento cerebral, aun cuando no universalmente aceptada, permite
explicar gran parte de la actividad mental de un ajedrecista en las sucesivas
etapas de su formación. El novicio, en sus primeros pasos, activa
permanentemente las regiones occipitales (representación visual), el sector
parietal posterior del hemisferio cerebral derecho (reconocimiento
visuo-espacial) y las áreas dorsolaterales de ambos lóbulos frontales
(atención, memoria de trabajo).
El ajedrecista de nivel intermedio agrega, a la
función de las áreas antes mencionadas, la construcción de los "almacenes
de memoria" para escasos números de piezas en los lóbulos temporales
(teoria chunking o de "segmentos de información", Campitelli y
colaboradores), y activaría también la base de los lóbulos frontales (toma de
decisiones).
A medida que incrementa la experiencia; tos
territorios mencionados se acopian también con el funcionamiento de otras
estructuras del sistema nervioso; tales como el tronco cerebral, los ganglios
de la base y el cerebelo; estructuras que se encargan de la precisión,
coordinación y "automatización" de los movimientos, lo que permitiría
explicar la habilidad de un ajedrecista experimentado de actuar en forma
"instantánea" (¿inconsciente?) ante determinadas posiciones. Tal el
caso de la práctica de ajedrez relámpago o blitz.
El ajedrecista de nivel superior amplía los
"almacenes de memoria" en el lóbulo temporal (teoría de los templates
o "plantillas", Campitelli y colaboradores) y consolidaría la
actividad de la base de los lóbulos frontales, donde emergerían, quizás a
través de conexiones con el sistema límbico, funciones rayanas con el misterio,
como las emociones, sentimientos y, tal vez, la inspiración.